Durante abril del 2020, Chile presentó ante la CMNUCC el documento de actualización de su Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC). La contribución está compuesta por los pilares de mitigación, adaptación e integración -este último integra acciones transversales que son tanto de adaptación como de mitigación al cambio climático- establece los compromisos del país en estos ámbitos, que además por primera vez se incluye un pilar social de transición justa para la descarbonización y para los Objetivos de Desarrollo Sostenible que establece ciertos criterios que deben ser considerados para el cumplimiento de todos compromisos, entre ellos, consideraciones de género, superación de la pobreza, saneamiento, recursos hídricos, entre otros. Además, el documento considera los medios de implementación de Creación de Capacidades, Transferencia Tecnológica y Financiamiento Climático.
De acuerdo con el pilar de adaptación, Chile se compromete a contribuir a la meta global de adaptación, reduciendo la vulnerabilidad, fortaleciendo la resiliencia y aumentando la capacidad de adaptación del país, especialmente, incrementando la seguridad hídrica y considerando soluciones basadas en la naturaleza. Esto, para así proteger a las personas, los medios de vida y los ecosistemas, teniendo en cuenta las necesidades urgentes e inmediatas del país, en base a la mejor ciencia disponible. En este sentido, en particular la contribución de adaptación Nº 2 (A2) establece que “se fortalecerá la coordinación de la acción climática en adaptación a escala nacional, a través del Plan Nacional de Adaptación, y de los planes de adaptación para 11 sectores priorizados”, siendo el sector minería uno de ellos. Además, establece que “estos serán insumos para la Comunicación de Adaptación, que será enviada a más tardar el 2022 a la CMNUCC”. Es por lo anterior, que es necesario contar con antecedentes y con un análisis de vulnerabilidad del sector, que permita contar con insumos para, posteriormente, elaborar hasta 2022 el primer Plan de Adaptación del Sector Minería, lo que permitiría cumplir con la propuesta por el país en su NDC.
El país ya cuenta con 8 Planes Sectoriales de Adaptación al Cambio Climático, para los cuales en general se ha seguido un proceso estandarizado, que consiste básicamente en 1) elaborar un diagnóstico de los impactos actuales y futuros que deberá enfrentar el sector en base a las proyecciones climáticas que se disponen; 2) luego un análisis de la vulnerabilidad[1] del sector; 3) siguiendo con la determinación de las opciones de adaptación, para reducir la vulnerabilidad identificada en la etapa anterior y; 4) finalmente la selección de medidas que conformarán el plan en base a los criterios que se definan como relevantes para el sector. Todas estas etapas deben contemplar la participación de los actores relevantes del sector afectado, y como se mencionó anteriormente, el pilar social de la NDC. En términos prácticos, el proceso de elaboración de un plan de adaptación consiste en la elaboración de un anteproyecto, una consulta pública, y la elaboración de un proyecto definitivo, que considere el análisis y repuesta a las observaciones, que deberá ser llevado a consideración del Comité de Ministros para la sustentabilidad y la aprobación del Presidente de la República.
Por otra parte, el país ha ido avanzando en la generación de información de escenarios climáticos y la generación de herramientas que permiten profundizar, mejorar y completar la información necesaria para la elaboración y actualización de sus planes de adaptación, y en general para aumentar la capacidad de adaptación a distintos niveles y actores. Entre estas herramientas se destaca el Atlas de Riesgo Climático (ARCLIM), plataforma que pone a disposición pública mapas de riesgos climáticos para los distintos sistemas (sectores o actividades) evaluados, entre ellos minería. La herramienta permite conocer para diferentes variables climáticas el comportamiento actual y futuro en base a escenarios climáticos, a nivel comunal. También establece un marco conceptual para el análisis de riesgo y presenta los resultados del riesgo climático frente a diferentes amenazas climáticas a más de 10 sectores o actividades del país. ARCLIM constituye una buena base para los análisis de vulnerabilidad que se desarrollen de aquí en adelante. En el caso de minería, ARCLIM desarrolló un análisis de riesgos derivados de la menor disponibilidad de agua y de la amenaza de aluviones y sus impactos en los depósitos de relaves.
Otro antecedente importante es que Chile se encuentra elaborando su Estrategia Climática de Largo Plazo (ECLP), donde definirá las metas y objetivos de largo plazo en cambio climático para los distintos sectores, entre ellos minería, tanto en mitigación, como en adaptación y en medios de implementación. Por otro lado, y como parte de los compromisos de Gobierno del Presidente Sebastián Piñera, el Ministerio de Minería se encuentra trabajando desde el año 2019 en la elaboración de una Política Nacional Minera al año 2050. Es en este marco y considerando además los compromisos de adaptación suscritos por Chile en la actualización de la NDC año 2020, es que el Ministerio de Minería estima relevante avanzar en la generación de insumos básicos que permitan empezar a delinear el Plan de Adaptación al cambio climático sectorial; por esta razón ha solicitado formalmente al Ministerio del Medio Ambiente considerar al sector minero como prioritario para elaborar un plan de adaptación, debido a su importancia no sólo en la economía nacional, sino también en la interacción y sinergia con otros sectores que sin duda inciden en el uso y/o protección de recursos como el agua, el suelo y la biodiversidad.
En esta línea y teniendo en consideración las particularidades del sector minero, se ha priorizado profundizar los análisis realizados en el marco de proyecto ARCLIM respecto a los depósitos de relaves y del uso de recursos hídricos, así como otros impactos que el sector considere relevantes. De acuerdo con lo anterior, se busca elaborar un documento que sirva como insumo para la construcción de un plan de adaptación del sector minero a los impactos del cambio climático, abarcando la disponibilidad de recursos hídricos, impactos sobre faenas mineras y en los depósitos de relaves. Lo anterior, en base a la revisión de literatura internacional, estudios disponibles a nivel nacional, experiencias de adaptación nacional e internacional y de elaboración propia por el contratista. Se espera que dentro del estudio se puedan responder algunas preguntas, como, por ejemplo, qué impactos ya podemos observar en el sector y qué esfuerzos de adaptación se realizan actualmente, dónde se debiesen concentrar los esfuerzos, cómo determinar los riesgos de los depósitos de relaves, entre otras.
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[1] Entiendase vulnerabilidad como “Propensión o predisposición a ser afectado negativamente. La vulnerabilidad comprende una variedad de conceptos que incluyen la sensi- bilidad o susceptibilidad al daño y la falta de capacidad de respuesta y adaptación” (IPCC, s.f)
CHL/SDP/087/2021 Bases
CHL/SDP/087/2021 Anexo II
CHL/SDP/087/2021 Anexo V
CHL/SDP/087/2021 Enmienda A
CHL/SDP/087/2021 Minuta Reunion Informativa
CHL/SDP/087/2021 Preguntas y Respuestas
CHL/SDP/087/2021 Enmienda B
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